Buenos Aires, 27 de enero de 1943.
"Embajada
Alemana
Agregado
Naval y de Aviación.
Su
Excelencia el Embajador de Alemania,
General Wilhelm Faupel.
Por la Embajada Alemana
Madrid
Muy distinguida Excelencia:
El Comité Ejecutivo de Emergencia
para la Defensa Política, dirigido por el vicepresidente del Uruguay, doctor
Guani, ha dado a luz y nacido esa hechura del Departamento de Estado que se
titula "Espionaje nazi en la Argentina". su excelencia Canaris ya me
informó por radio que se habían interiorizado de los pormenores de este
documento de corte policíaco-novelesco. No confiaba en tanta chapucería por
parte de la División de Espionaje del Departamento de Estado, como si se
hubiese tragado ávidamente algunos de los códigos que yo le arrojé y los
hubiera digerido mal. Por suerte que, con algunas excepciones, ellos no
tuvieron noticias de nuestro personal más importante y de nuestros contactos.
Dejo la Argentina, con esta
seguridad tranquilizadora, después, que por fin, Su Excelencia Canaris ha hecho
lugar a mi pedido de pase a la "O.K.M.". Originariamente quise
iniciar el viaje en el 'Cabo de Hornos', que también se dirigía a Río.
Desgraciadamente el pequeño fanfarrón del Palacio Itamarity me liquidó estos
proyectos, al negarme el salvoconducto requerido. Ello, debido, quizá, a un
contratiempo enojoso para su yerno, cuyo autor me suponía, sin sospechar
siquiera el papel desempeñado en esto por nuestra colaboradora señorita Duarte.
Espero poder salir en los próximos días a bordo de un buque que viaje
directamente a España y llegar por último al puesto activo de Alemania, que he
deseado desde la entrada de los EE.UU. a la guerra.
Sin querer, hemos dado un buen
camouflage a mi partida de aquí para los autores de los emorándums
norteamericanos, dados a publicidad por la camarilla diplomática reunida en
Montevideo, y ávidamente recogidos por la prensa judía local, como demuestra el
siguiente recorte de 'Argentiniches Tageblat' del 24 de enero.
Es una ingenuidad infantil la
creencia de que mi vuelta a Alemania sea la consecuencia inmediata de este
trabajo de diletantes y exigida por el gobierno argentino. Esto, no sólo
robustece la posición de nuestro amigo, el doctor Ruiz Guiñazú ante los
embajadores de Gran Bretaña y los Estados Unidos, sino también protege a
nuestro personal no descubierto de curiosidades y sospechas indeseables, puesto
que 'él espía nazi más peligroso de América', ya no se encuentra aquí.
El compañero de partido Meynen
sostuvo esta mañana una larga conversación confidencial con el doctor Ruiz
Guiñazú, en la cual le explicó la táctica a seguir después de mi partida con
los diplomáticos del dolar y también el servicio de contraespionaje anglo-norteamericano,
para ponerlos bajo el común denominador conforme al principio del Talión.
Realmente lo que resulta más enojoso
de todo el asunto es que, Schultz-Hausmann fue a dar a las narices de los
sabuesos norteamericanos, según yo lo veo, por propia estupidez. Después de una
violenta disensión con él y con el conde Luxburg, ya no me cabe duda sobre el
particular. Es decir, que es de aplicación en su caso la cláusula imperativa,
pues puede resultar peligroso para alguno de nuestros agentes importantes.
Nuestro amigo, el coronel Perón, reconoció, asimismo, esta necesidad y
amistosamente ha tomado a su cargo su discreta ejecución.
Como sucesor de Schultz-Hausmann, el
conde Luxburg, ya probado en misiones aisladas, procurará solamente establecer
el ya buscado entendimiento proyectado por su excelencia Canaris, can el
príncipe Starhemberg, quien se ha mostrado frecuentemente exigente. He
unificado la dirección del sector del Brasil y la costa sud del Pacífico, en
manos de la señorita Duarte, muy estimada por su excelencia Canaris, a causa de
su superior trabajo cumplido en Río de Janeiro: una endiabladamente hermosa,
inteligente, encantadora, ambiciosa e inescrupulosa mujerzuela, a quien el
coronel Perón ya ha echado el ojo. Este me hizo, en oportunidad de un encuentro
de despedida, una interesante confidencia respecto a acontecimientos en la Casa
Rosada. Dos ministros y notorios anglófilos, Culacciati y Amadeo y Videla, no
solamente ya no hacen ningún secreto de sus dudas respecto a nuestro triunfo
final, sino que se esfuerzan, también, en influenciar al vicepresidente
Castillo en este sentido. El ministro de Guerra, general Ramírez, informó sobre
el particular en el Casino de Campo de Mayo. En la reunión de los jefes
presentes que siguió se acordó, a propuesta de Perón, exigir de Castillo la
estricta observancia de una línea política exterior compatible con las seguidas
desde que Ortiz fue echado, y, además, una actitud aún más fría respecto a la
aún existente, aunque más callada, Comisión Parlamentaria de Investigaciones.
Lo que me parece considerablemente
más importante, es la comunicación de Perón que aún entre sus antiguos
camaradas del Estado Mayor, han aparecido diferencias de opinión en cuanto al
resultado de la guerra. Sería de desear que con la autoridad que le confieren
los lazos de antigua camaradería, consiguiese él endurecerles la espina dorsal
a los que dudan.
No bien ocupe mi puesto en la
"O.K.M." pondré a Ud. y a su excelencia Canaris, minuciosamente al
tanto de todos los detalles.
La 'Crítica' de hoy como Ud. puede
ver por el recorte adjunto, no solamente me ha dedicado ponzoñosas palabras de
despedida, sino que también, de Ud. y sobre Ud., se despacha en un artículo que
derrama, igualmente, odio sobre nuestros amigos falangistas españoles. Después
de nuestra victoria final, ya no habrá pasquín que se atreva escribir algo como
esto.
Si por casualidad se encontrara Ud.
en España cuando yo pase por allí, le ruego que me deje Ud. recado de dónde
podría encontrarlo, en la embajada en Madrid. Si esto no fuera posible, me
trasladaré fácilmente a L.A.N.K.W.I.P.Z. para hacerle una visita.
Heil Hitler. siempre suyo. Firmado: Niebuhr. Capitán de navío.
Sin duda, la República Argentina fue germanófila aún en períodos posguerra, dió refugio y recibió capitales para nuevas industrias. Se la presionó para declarar la guerra al eje al final casi de la contienda bélica. EEUU nunca nos perdonó nuestra predilección por las políticas nacional socialistas de la época. Saludos.
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