¿Refugio de Nazis?
En la búsqueda de un submarino alemán (U boat
o Lobo Gris) en aguas patagónicas. Año 2014. Camarones, Chubut, Argentina
En febrero del 2014 emprendimos con mi hijo
Maximiliano, un largo viaje a la Patagonia, en la búsqueda de un U boat, un
lobo gris, alemán.
Según la información disponible, un
sumergible o (varios) habrían tenido contactos con la oficialidad de la Marina
Argentina que atendía el Faro de la Isla Leones, a 60 kilómetros de Camarones. Esas
supuestas actividades habrían ocurrido en el año 1960. Lo fascinante del caso
es que las fechas que se mencionan corresponden a ¡15 años después de la finalizada la Segunda
Guerra!
¿Cómo llegamos a esta posible conclusión? Mi
hermano Alejandro Diograzia, perteneció a la Dotación de la Marina Argentina,
que atendió el faro, entre 1959 y 1961. Se encontraba allí cumpliendo con su
Servicio Militar. Enviaba cartas a sus tías, en ellas menciona los extraños
sucesos: contactos de la oficialidad alemana (a bordo de U Boats o lobos
grises) con los marinos argentinos.
Verdad o
ilusión lo cierto es que CASUALMENTE algunos de los viejos pobladores de
Camarones mencionan esos raros avistajes. También es sugestiva la presencia de
Perón, en aquellos páramos. Junto a su padre, su madre, Juana Sosa y su hermano Mario Avelino, vivió
en Camarones entre los 6 y los 8 años, trasladándose luego a
estudiar a Buenos Aires, bajo la custodia de sus tías, hasta el año1910 en que ingresa al Colegio Militar de
donde egresa como teniente en 1916.
Perón volvería varios años en sus meses
de vacaciones. Lo hacía en los buques que cargaban lana de la Patagonia y
recalaban en el puerto de la ciudad de sus padres.
De los años en que residió en pueblo y
de los veranos de liceísta, conservó amigos con los que mantuvo relación a lo
largo de su vida.
Los padres del general Perón vivieron en Camarones hasta 1925, fecha
en que Tomas Perón enferma y regresa a Lobos, donde muere en 1928. Su
madre Juana Sosa, regresa luego a la Patagonia, vive en Santa Cruz y luego en
Comodoro Rivadavia, donde muere en 1953.
Sus amigos de la infancia y adolescencia
de Perón en Camarones, lo
visitaban cuando era presidente y de esas relacione,s esta
pequeña localidad chubutense logró
importantes beneficios tales como escuela, hospital, correo y
acueducto.
Según alguno de sus historiadores, fue un permanente visitante del lugar mientras realizaba sus estudios en
el Colegio Militar de la Nación y tuvo a esta ciudad y a la Patagonia
como una referencia permanente de
su vida.
En la zona, en el siglo pasado, existieron importantes estancias
dedicadas a la cría de ganadería ovina, raza merino australiano, cuya “Lana
Camarones”, es considerada la de mayor calidad que produce la argentina. Perón algunas veces comentó en Puerta de
Hierro, su residencia en el exilio madrileño, que Camarones era el lugar
indicado en Argentina para producir azafrán, cosa que hasta el
momento nadie ha hecho en esa zona.
En esos años las estancias
de propiedades inglesas y alemanas, eran allí comunes.
Las leyendas locales también
registran recuerdos referidos a la presencia en las costas de esa zona y a finales de la segunda guerra mundial,
de buques y submarinos,
supuestamente pertenecientes al derrotado tercer Reich.
Él conocía al dedillo la zona (apta para
esconder a quien quisieran).
En una de nuestras entrevistas, una residente
de la estancia San Jorge, nos cuenta que el establecimiento había sido
requisado por las autoridades, ya que allí -supuestamente- habrían escondido
nada menos que al líder Nazi “muerto” en el bunker, en Berlín, en 1945.
¿Podría haberse escondido un submarino en
esos fondos? Pensemos en el tamaño de una nave de más de 70 metros de eslora.
Así que en la excursión aproveché una navegación y me sumergí a más de 20
metros de profundidad, en medio de la Bahía
de Camarones. Bajamos a un naufragio de 60 metros de eslora, casi tan
grande como un submarino. Hermoso y peligroso buceo en esas frías aguas. Ahora
lo se: es absolutamente posible que algún Lobo Gris se encuentre aun esperando
a ser encontrado.
Se adjunta video de la inmersión.
Antes de emprender el regreso nos topamos con un extraño habitante de Camarones. Como es obvio no daré detalles del mismo. No revelaré su nombre. Cargábamos combustible en la estación de servicio del pueblo para el regreso. Él se acercó y con mucho disimulo me dijo "sé lo que buscan. En una hora estaré en la Caleta Sara. vayan allí y charlaremos." Extrañados por el raro personaje nos dirigimos inmediatamente al lugar indicado. Más tarde vimos legar a una vieja camioneta. Nadie la seguía. El hombre bajó. Sin decir palabra sacó tres banquetas y nos sentamos paladeando unos mates. Simplemente dijo " es hora que se aclare lo que aquí ha pasado". Lo que sigue es su relato.
"Se sabe que Perón vivió aquí. Venía en sus vacaciones, siendo muy joven, a la estancia donde estaba su padre.
Cuando estuvo en el poder nunca olvidó a Camarones. Así construyeron el largo camino hasta la Ruta 3. El agua corriente y varias mejoras. Él conocía cada estancia, cada lugar. Por eso el tema de los submarinos y los desembarcos por aquí. Pero claro, nadie quiere hablar de aquello. ¿Quien se va a hacer cargo de todo el apoyo brindado a los alemanes antes y después de la guerra? Por eso ustedes no han sido bien vistos en el pueblo.
Aquí les dejo parte de un informe que ha circulado entre nosotros, desconozco la fuente. Quizás todo o parte de él sea cierta :
Durante la Segunda Guerramundial las costas patagónicas fueron estratégicas para
reabastecimiento de U-Bootes. Una vez terminada y esta y durante años, estas costas fueron puntos
de desembarques misteriosos, ligados a envíos de cajas y grupos de
personas.
Tuve en mis manos un mapa de los avistajes y desembarques más interesantes, uno de los cuales resulta harto sospechoso y refrendado por documentación oficial de la armada argentina, decenas de fojas. Es significativo que posteriores a la rendición del U-530 y del U 977, se produjeran por aquí muchos avistamientos y varios desembarcos de submarinos.. En referencia se pueden citar unas fojas significativas desclasificadas en 1997. Un informativo del 18 de julio de 1945 retransmite avistaje del torpedero Mendoza en el Golfo de San Antonio a los 42º de Latitud Sur. En la misma fecha, horas más tarde, denuncia que un submarino desconocido fue atacado con bomba de profundidad. Sorprendentemente el Ministerio de Marina, tras recibir estos y otros informes calificados, da la orden, el 21 de julio de 1945, de levantar el patrullado de la costa. El que se hace cargo de esta resolución es el Jefe del Estado Mayor General de la Armada. Es así como se registra una impresionante cantidad de avistajes en la última semana de julio de 1945. Hay un memorándum del 24 y otra nota del 26 que son llamativos y los testimonios detallados, como lo de otro informativo referente al avistaje del día 26.
Unos informativos, pocos días anteriores a éstos, no pudieron ser ocultadas. A mitad del mes de julio de 1945 llegaron a oídos de periodistas, que dieron conocimiento público en Argentina por medio de radio Bahía Blanca. Retransmitida por una radio uruguaya, del acercamiento a las costas de unos U-Bootes misteriosos. El mismo Ministerio de Marina se quejó, denunciando el hecho como escandaloso al comandante en jefe de la escuadra de mar, con dos informes similares, uno del 23 de julio, señala, la gravedad de lo que ello implicaba, citando textualmente la frase al final de dicho documento. Muchos testimonios referentes a desembarques desde U-Bootes fueron aportados por varios investigadores"
Tuve en mis manos un mapa de los avistajes y desembarques más interesantes, uno de los cuales resulta harto sospechoso y refrendado por documentación oficial de la armada argentina, decenas de fojas. Es significativo que posteriores a la rendición del U-530 y del U 977, se produjeran por aquí muchos avistamientos y varios desembarcos de submarinos.. En referencia se pueden citar unas fojas significativas desclasificadas en 1997. Un informativo del 18 de julio de 1945 retransmite avistaje del torpedero Mendoza en el Golfo de San Antonio a los 42º de Latitud Sur. En la misma fecha, horas más tarde, denuncia que un submarino desconocido fue atacado con bomba de profundidad. Sorprendentemente el Ministerio de Marina, tras recibir estos y otros informes calificados, da la orden, el 21 de julio de 1945, de levantar el patrullado de la costa. El que se hace cargo de esta resolución es el Jefe del Estado Mayor General de la Armada. Es así como se registra una impresionante cantidad de avistajes en la última semana de julio de 1945. Hay un memorándum del 24 y otra nota del 26 que son llamativos y los testimonios detallados, como lo de otro informativo referente al avistaje del día 26.
Unos informativos, pocos días anteriores a éstos, no pudieron ser ocultadas. A mitad del mes de julio de 1945 llegaron a oídos de periodistas, que dieron conocimiento público en Argentina por medio de radio Bahía Blanca. Retransmitida por una radio uruguaya, del acercamiento a las costas de unos U-Bootes misteriosos. El mismo Ministerio de Marina se quejó, denunciando el hecho como escandaloso al comandante en jefe de la escuadra de mar, con dos informes similares, uno del 23 de julio, señala, la gravedad de lo que ello implicaba, citando textualmente la frase al final de dicho documento. Muchos testimonios referentes a desembarques desde U-Bootes fueron aportados por varios investigadores"
Sin decir mucho más nos despedimos y comenzamos el regreso.
Sobre las cartas de mi hermano Alejandro Diograzia. Escritas en la Isla Leones, entre 1958 1961.
En el siguiente link: * Investigaciones en Camarones, Patagonía Argentina sobre Submarinos alemanes y jerarcas.
En el siguiente link: * Investigaciones en Camarones, Patagonía Argentina sobre Submarinos alemanes y jerarcas.
El lector podrá ver las cartas de Alejandro
-absolutamente auténticas-, en el Sector
Si lo desea, está a su disposición mi Obra “Charlas
con Adolfo 1958” que trata el tema y otros con absoluto detalle.
Charlas Con Adolfo
1958
Capítulo: El llamado a un U-Boat (Primera parte)
El Fin de la Inocencia
…..Volvamos al primer encuentro de Alejandro
con los oficiales alemanes. Corría el mes de febrero de 1960, desde la
Isla, escribió otra carta a sus tías. Ya
habían cenado. Solo tres hombres ocupaban el faro. Los demás estaban en
Camarones. Con el temporal no podrían volver en varios días. Se encontraban
aislados. Afuera la tormenta arreciaba. La lluvia golpeaba con furor los
gruesos vidrios que protegían la luz en lo alto. Alejandro cumplía la guardia.
Los destellos de los rayos lo hipnotizaban. Extasiado intentaba ver más allá
del abismo negro de la noche.
Soñaba con volver a su casa de Flores en
Buenos Aires. Caminar por la Avenida Rivadavia, entrar en algún cine. Ese sueño
inalcanzable en lugar de entristecerlo, le daba esperanzas. Imaginaba que la aventura terminaría y el
largo viaje en tren lo llevaría definitivamente a su mundo, lejos de la
soledad.
El trueno estremecía la construcción
imperturbable. Las olas a lo lejos estallaban en un blanco furioso cada vez que
el rayo las iluminaba. El viento alzaba su grito ensordecedor en decenas de
tonos. Aullaba, gemía y llegaba a su frenesí en la explosión del trueno, para
volver a empezar una y otra vez.
El miraba la ametralladora sobre su trípode.
La noche anterior había llegado hasta la
costa en busca de pulpos. Subió el bote varios metros con un malacate. Se
avecinaba la tormenta. Lo amarró fuertemente a dos gruesos hierros clavados en
la playa de cantos rodados. Entonces vio las luces desde la costa. Textualmente
dice en la carta “Anoche observé las señales desde la costa. Desperté al Cabo y
él mandó un radio a Trelew. Pues aquí no hay gente en un radio de sesenta
kilómetros a la redonda, Me dijo
que puede ser alguien que se comunica
con algún submarino, por eso me mandaron hacer la guardia en la torre. Domino
con los binoculares un radio de 18 kilómetros. Que nos ataquen no hay peligro,
ya que la única forma de acercarse es por mar y los vería. Ya probé el arma,
disparando algunos tiros sobre la playa…”
Esa carta fue escrita antes de cenar y llegó
a Buenos Aires casi un mes después. Nadie prestó atención al notable hecho que
narraba.
Otra carta fue despachada mucho más tarde,
pero esta vez no la envió desde la estafeta postal de Camarones. Fue mandada
desde San Antonio Oeste.
En una de sus estancias en Camarones conoció
a una chica, Mabel, la hija de un
estanciero, viajaba cada tanto al norte. Así que aprovechó uno de sus viajes y
le pidió que la despachara desde allí. Así se lo cuenta a sus tías. En ese
momento se produce un cambio sustancial en su vida en la isla ya que comienza a
compartir la llegada de los submarinos.
Aquélla monótona vida se vuelve
repentinamente peligrosa. Sus jefes ven el riesgo que Alejandro contara lo que
allí pasaba. Tenía que fingir. Hacer como que no le importaba. Debía aceptarlo
todo. Temía que sus cartas fuesen interceptadas y leídas, por eso le pide a su
amiga que las envíe desde otro lugar. Había comprendido en el peligroso juego
en que se encontraba…….
Fotos del viaje a Camarones 2014
Ruta 3 Camino al sur argentino
Entrada a Camarones. 70 Kilómetros de la Ruta 3
El Pueblo de Camarones 1
El Pueblo de Camarones 2
El Pueblo de Camarones 3
El Pueblo de Camarones 4
Frente a Casa Rabalhoy Histórico (Mencionada en las Cartas de mi hermano)
El Pueblo de Camarones 5
El Pueblo de Camarones 6
El Pueblo de Camarones7
Interior de la Casa Rabal
Costa de Camarones
Anochecer
Costa
Puerto
Rumbo a las cercanías del Faro de la Isla Leones
Fin del camino. El faro de la Leones muy a lo lejos
Con mi hijo Maximiliano
Mirador y fin del camino
Preprando el Buceo en busca del U Boat
En Camino al centro de la Bahía Camarones
Costa y soledad
Pinguinera
Hacia el fondo
Toninas
Faro de la Leones abandonado, pero aun en pie
Rieles usados para subir los petrechos al Faro
Faro por dentro
Aun quedan objetos usados por los torreros
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