He tenido la suerte de haber vivido en el caribe largos
años. Conservo de mi abuelo y el de su bisabuelo un hermoso diario lleno de
relatos y aventuras. Muchas transcurridas en la famosa Isla Tortuga, sede de
bucaneros, piratas y afines.
La historia que contaré ocurrió después de 1750. Un supuesto caballero
llamado El Conde mantenía en una isla cercana a Tortuga, un pequeño imperio.
Traficaba, bucán (una carne preparada por los nativos), alcohol, frutos y otras
cosas que sustraía con sus dos goletas artilladas. Recuerden que por aquella
época a esa zona llegaban barcos de Europa y necesitaban
reabastecerse. Un día un navío trajo a la isla a un muchacho
irlandés alto, fornido. ¡Sabía leer y escribir en español, inglés y
francés, lo cual era totalmente extraordinario! La mujer del
Conde -mucho más joven que el- lo puso a su cuidado (en realidad ella contaba
25 años y el apenas 18.) El Conde lo alojo en su casa (la más grande de la
isla) El Conde se ausentaba una y otra vez a buscar mercaderías. Una
noche la esposa -Irene- y el Niño - como lo llamaran- compartieron juntos
felices momentos bajo las sabanas. El Conde estaba trimando velas y capeando
algún temporal. Las sabanas volvieron a envolver muchas veces a los
dos enamorados y el Conde navegaba y navegaba. Hasta que un día llego antes y
vio como el Niño salía furtivamente de la habitación matrimonial. El
Niño termino en las mazmorras y pernocto allí durante cinco años. Al lado de su
celda estaba preso un viejo hombre. El Niño logro quitar una piedra (que unía a
ambas celdas) y noche a noche el anciano -un maestro-le enseñaba tema tras
tema. Literatura, historia y hasta filosofía. Un día el anciano murió y el Niño
tomo su lugar. La costumbre era envolver en una bolsa al cadáver y tirarlo al
agua. Saco el cadáver y entro, poniendo en su celda el del
viejo, tapándolo con su cobertor. El Niño fue echado al agua, (creyendo los
carceleros que era el viejo). Con un cuchillo corto la bolsa al caer y escapo.
Aquí la historia se corta y menciona que diez años después de aquel suceso
llega a la isla un noble Ingles un tal Sir Jofrey. Este hombre acaudalado se
instala y realiza varios negocios con el Conde -quien lo lleva a su casa- El
Conde sigue viajando. Sir Jofrey que tenía solo unos años menos que la mujer de
su anfitrión, traba una rápida amistad (de alcoba) con ella. Sir Jofrey logra
mediante engaños- que el Conde se haga a la mar en un barco cuyo capitán debía
largos favores al inglés. El Conde confiado aborda y el capitán le lleva a su
camarote a una pobre nativa, que estaba confinada en la bodega. Cuando el Conde
prende la lámpara de aceite (luego de tener relaciones) ve horrorizado que la
nativa semi desnuda ¡era leprosa! Los gritos alertaron al capitán quien le paso
un sobre debajo de la puerta al Conde. Con una letra perfecta rezaba” Estimado
Conde espero que haya disfrutado de la nativa como yo lo hice, hago y seguiré
haciendo con su bella esposa.” Firmado Sir Jofrey .o como usted me conociera
“El Niño”. PD: Estimado Conde aún tengo en poco de piedad. En la gaveta del
escritorio encontrara un arma, solo tiene una descarga, eso o los tiburones. Ud.
elige.
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La venganza
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Interesante relato, muy bien llevado
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