Perón volvería varios años en sus meses de vacaciones a
Camarones. Lo hacía en los buques que cargaban lana de la Patagonia y
recalaban en el puerto de la ciudad de sus padres.
De los años en que residió en pueblo y de los veranos de
liceísta, conservó amigos con los que mantuvo relación a lo largo de su
vida.
Sus amigos de la infancia y adolescencia de Perón en
Camarones, lo visitaban cuando era presidente
Según alguno de sus historiadores, fue un permanente visitante del lugar mientras realizaba sus estudios en el Colegio Militar de la Nación y tuvo a esta ciudad y a la Patagonia como una referencia permanente de su vida.
En la zona, en el siglo pasado, existieron importantes estancias dedicadas a la cría de ganadería ovina, raza merino australiano, cuya “Lana Camarones”, es considerada la de mayor calidad que produce la argentina. Perón algunas veces comentó en Puerta de Hierro, su residencia en el exilio madrileño, que Camarones era el lugar indicado en Argentina para producir azafrán, cosa que hasta el momento nadie ha hecho en esa zona.
En esos años las estancias de propiedades inglesas y alemanas, eran allí comunes.
Las leyendas locales también registran recuerdos referidos a la presencia en las costas de esa zona y a finales de la segunda guerra mundial, de buques y submarinos, supuestamente pertenecientes al derrotado tercer Reich.
Él conocía al dedillo la zona (apta para esconder a quien quisieran).
En una de nuestras entrevistas, una residente de la estancia San Jorge, nos cuenta que el establecimiento había sido requisado por las autoridades, ya que allí -supuestamente- habrían escondido nada menos que al líder Nazi “muerto” en el bunker, en Berlí
Es un museo dedicado a los años que los Perón pasaron en Camarones, donde Juan Domingo Perón era un niño. Esta obra, realizada por la provincia, data del año 2007. Cuenta con dos volúmenes, los que suman casi 500 m². Ocupa el mismo predio donde se asentó la histórica vivienda. La colección exhibe objetos que aún permanecían en la zona; con la colaboración de familiares, militantes y amigos, se sumaron piezas únicas provenientes de diferentes puntos del país que fueron recolectados por la Secretaría de cultura de la provincia y que hoy jerarquizan la muestra. También hay fotografías y manuscritos de relevancia, en la historia del movimiento justicialista, destacan entre una gran cantidad utensilios, ropa, juguetes y el mobiliario que acompaño a la familia Perón en estas tierras sureñas.
Así la familia Perón tiene su propio museo en Camarones, una
localidad ubicada en la provincia de Chubut. Allí el General vivió junto a sus
padres y su hermano Avelino desde los 6 hasta los 8 años, criándose entre
peones y trabajadores de campo. En el lugar, según explica la encargada del
museo, Roxana Cual, “en aquel tiempo conoció el sufrimiento que tenían los
trabajadores rurales. Esto que vivió en la infancia lo llevó a declarar el
estatuto del peón, cuando llega a ser secretario de Previsión”.
El padre de Juan Domingo era juez de paz y oriundo de La
Plata. Llegó a la Patagonia a principios del siglo XX en busca de mejores
oportunidades laborales. Mario Tomás Perón tenía un campo en la localidad
bonaerense de Lobos que estaba asociado con una firma de las provincias del sur
que lo condujo a un pequeño pueblito llamado “Cabo Raso”. Hacia 1900, Don Mario
Tomás administraba en ese lugar una estancia que en la actualidad lleva por
nombre “La Maciega”. Al cabo de un año de trabajo, la estancia se vende y Don
Mario Tomás se muda a Santa Cruz, por la zona de Río Gallegos, junto a su
esposa Doña Juana Sosa y sus dos hijos, Juan Domingo y Mario Avelino.
Tiempo después los Perón se van a vivir a Camarones. Don
Mario Tomás es encargado de la estancia “El Porvenir” y hacia 1903 ejerce el
cargo de juez de paz. Compran una “casa - despacho” que ocupan hasta 1909 y
donde actualmente se emplaza el Museo. Allí Juan Domingo vivió entre los 6 y
los 8 años de edad. “En 1904 fue a estudiar a Buenos Aires bajo la tutela de ser
abuela y a los 15 comienza la carrera militar y ya sólo vuelve en los períodos
de vacaciones”, explica Cual. Es que por aquel entonces los viajes se hacían
muy difíciles y Juan Domingo viajaba en un barco a vapor que recogía lana de la
Patagonia.
Los padres de Perón viven en la localidad de Camarones hasta
1925. Luego, Don Mario Tomás enferma y retorna junto a su mujer a Lobos en
donde muere en 1928. Sin embargo, los Perón continuarán forjando lazos con la
Patagonia, ya que Doña Juana regresará a Santa Cruz para instalarse
definitivamente en Comodoro Rivadavia.
En el Museo se conservan algunas cartas que Perón enviaba a sus
padres a Camarones mientras él cursaba sus estudios primarios o la carrera
militar. Así como también las misivas que junto a Eva Duarte le enviaron a Doña
Juana, mientras su hijo era presidente de la Nación. Una de las salas de la
casa está ambientada como el despacho que utilizó hasta 1909 el padre de Perón.
En ella se conserva entre otras cosas el escritorio y un libro en donde Mario
Tomás anotaba diariamente los acontecimientos del día, el estado del tiempo y
los viajes de sus hijos.
El director de Museos y Archivo Histórico, Leandro A. Loupias, en diálogo con
La Tecla Patagonia sostuvo que “Camarones debe a Perón gran parte de su
desarrollo. No sólo en su pasado sino también a través de su memoria en el
presente, tal como evidencia este Museo”. Además, indicó que la Patagonia, y en
particular Camarones, “siempre estuvieron presentes en la memoria de Perón y
esto se reflejó en su obra política y en su vida personal”. “El Museo -concluyó
Loupias- es un elemento constituyente de la historia de la provincia de
Chubut”.
Restituyen a la Familia Perón miles de hectáreas de tierra en Chubut
En marzo se completarán 86 años de
trámites iniciados por Mario Tomás Perón y su esposa, Juana Sosa, padres
del tres veces presidente de la Nación Juan Domingo Perón. Ese mes, el
Instituto Autárquico de Colonización y Fomento y el gobernador de Chubut, Mario
Das Neves, firmarán la cesión definitiva de 12.500 hectáreas de
tierras a los únicos herederos, los sobrinos del general, con lo que se
reconocerá una deuda histórica de la provincia con la familia. El 19 de junio
de 1964, en un acto privado en Madrid, Juan Domingo Perón las cedió a sus
sobrinos, hijos de su hermano Mario, para entonces ya fallecido. Según consta
en el folio 132 de las actuaciones que realizó el juzgado letrado de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial Circunscripción Judicial del Sud, el general
en el exilio otorgaba los derechos sobre esas tierras a sus sobrinos Dora
Alicia, Eufemia Mercedes, María Juana, Mario Alberto, Olinda Argentina, Lía
Vicenta, Analía Josefa y Antonio Avelino. También extendió esos derechos a dos
hijos extramatrimoniales de su hermano: Teresa y Juan Mario. Pero la historia
de esas tierras se remonta a muchos años atrás, a las primeras décadas del
siglo pasado. La familia Perón residió en la Patagonia durante varias décadas.
Primero se instaló en la localidad chubutense de Camarones, un pintoresco y
pequeño pueblo de pescadores. Allí, don Mario Tomás fue juez de paz y
su esposa, una reconocida partera. Juan Domingo solía pasar las vacaciones
en la casa familiar porque ya estaba estudiando en Buenos Aires.
En Camarones tuvieron dos estancias: El Porvenir y La Maciega, las que aún
conservan sus antiguos cascos. La casa que tenían en el pueblo fue
arrasada después de la caída de Perón en 1955. Y en 1978 fue usurpada por
una familia. Como estaba revestida en madera, por un descuido se incendió. Las
autoridades de Camarones la reconstruyeron y pronto se convertirá en un
museo.
Después de vivir en Camarones, la familia se trasladó a Piedra Cuadrada, el
sector ubicado en el límite de dos departamentos de Chubut. Allí ocuparon las
tierras que en marzo serán definitivamente de la familia. Mario Tomás
Perón ocupó las tierras ubicadas en el paraje Piedra Cuadrada, en el sudeste
del departamento de Paso de Indios sobre el límite con el departamento
Escalante, en 1919.
Las gestiones que realiza el jefe de la familia tienen éxito inmediato: la
Dirección General de Tierras de la Nación realiza un contrato de
arrendamiento que se aprueba por decreto presidencial el 25 de setiembre
de 1925.
Pero tres años después Mario Tomás Perón fallece y el 10 de noviembre de 1928
comenzaron una serie de tramitaciones que tornaron engorrosa la cesión
definitiva de los campos.
residía en Comodoro Rivadavia, y Juan Domingo, quien en su carácter de
teniente
coronel del Ejército se encontraba en Mendoza. Era precisamente Juan Domingo
quien tenía en su poder los papeles del campo para tramitar la sucesión en
Buenos Aires.
La familia nunca consiguió la cesión definitiva. Hay un impasse hasta 1955 y
entonces comienzan a desaparecer algunos folios de los expedientes. Con la
caída de Perón como presidente constitucional, los trámites quedan sin moverse
durante años.
Hubo que esperar hasta comienzos de la década del 70. Entonces, Eufemia
Jáuregui de Perón, viuda de Avelino Mario, se encarga de retomar las
tramitaciones. Ya habían muerto también Juana Sosa y Marcelino Canosa. En 1964
se presenta la partición de bienes y entonces Juan Domingo, desde
Madrid, firma la cesión a sus sobrinos. Lo hace en la calle Mesonero
Romano número 14, en compañía de María Estela Martínez Cartas. Para eso se
hacen presentes el cónsul Iván Ivanisevich y el notario Luis Sierra Bermejo. En
el acto, Perón deja su sello: allí lo mencionan como "vecino
accidentalmente en Madrid", una manera elegante de dejar bien en claro
que estaba en el exilio.
Fuente: http://old.clarin.com/diario/2005/01/09/elpais/p-00901.htm
No hay comentarios.:
Publicar un comentario